23 de abril de 2024

Caterina Scicchitano, 2 poemas 2 (+1)


Ilustración de Marcella Cooper

WILL I DISSAPPOINT MY FUTURE IF I STAY.

invito a que alguien tome mi cuerpo en sus brazos
y escriba con dulce de mora
el número de personas que me han mirado y todo lo que me ha dolido.

para que así puedan con tranquilidad depositar mi cuerpo tibio sobre la calle.

la tierra con la que me tapan marca el linaje de mis entrañas,
marca una línea entre la madera y vos misma.

mi bisabuela escapó de polonia porque unos tipos la perseguían.
mi abuela era una comunista judía que vivió en un orfanato hasta los treinta años.
mi madre sufrió en idish todo lo que nunca entendió sobre su propia madre,
y aún siente los moretones persiguiéndola en su mente.

hay un ancla inmensa encima de todas nosotras colgando en forma de cadenita sobre nuestros cuellos.

ahora salgo con hombres que radicalmente descargan sobre mí
el mismo afecto que no comunican a sus padres.

vuelvo con los tipos que me tratan bien para abandonarlos.

sucesivamente estoy atada
en todas mis próximas vidas, a salir con una herencia de cariño
que nunca tuve.



Ilustración de Marcella Cooper
SER HUMANO MENOS VALIOSO

Mi padre es un conservador y me tiene atrapada en un frasco de mermelada Arcor.

Él mantiene un almacén con drogas en un estante que no está a mi vista
porque yo dentro del frasco soy muy imbécil como para darme cuenta.

Si escucho las llaves en la puerta, hundo todo mi cuerpo en la jalea de arándanos
y observo como las sombras de otros productos se convierten en
globos terráqueos libres de gluten.

Porque en las tardes cuando soy una persona normal que vive afuera y mide 1,62,
y hace las compras pretendo ser un humano que camina con la vista en alto
para ver otro tipo de estantería.

Pretendo estar observando el movimiento de una planta verde.

Si logro convencer a mi padre que no moví ningún objeto de la casa
puede que durante el día no me haga sentir miserable con respecto a la cantidad
de drogas que yo si consumo.

Puede que mi cuerpo no se vuelva tan morado,
que mi sueños no se menosprecien
que cuando bese a la persona que amo no me sienta moralmente incorrecta
con respecto a mi sexualidad y vuelva a esconderme dentro del frasco.

Puede que un día mi tamaño no tenga tanta importancia
y acumule manchas verdes de moho en las paredes.


B O N U S  T R A C K 

Ilustración de Marcella Cooper
¿Estoy exagerando? Sí, pero con razón.
Huir de Latinoamérica sería renunciar al amor.
Yo quiero quedarme acá.
Necesito seguir en este país para ver
en que culmina esta violencia.
Vos no lo entenderías.

de Ni Europa ni New York, Editorial Mansalva, 2021




Caterina Scicchitano
(Mar del Plata, Bs. As., Argentina, 1992)
POETA/TRADUCTORA/ILUSTRADORA/DISEÑADORA GRÁFICA
para leer + en PERROS ROMÁNTICOS
+ en MAL

21 de abril de 2024

Annie Stein, 3 poemas 3


Ilustración de Yelena Bryksenkova

DELGADO HILO

Esta semana
también han muerto
mujeres que no conozco

De la memoria
la que guardo
y me contiene
a veces no logro saber
cuánto hay de cierto

Cómo será
cuando no queden ya
mujeres
que, aun sin conocerme,
hayan visto mi infancia.



PACTO

Esa pequeña
quizá
de madre y padre
huérfana
asomó hoy por mis ojos:
temerosa
variable
piedrecita negra

En este cuerpo
erosionado
–o en lo ligero del hojaldre–
hospedada
en mi mundo
de cabeza plateada
la pequeña de mí
saldrá a buscar
mañanas.




Ilustración de Yelena Bryksenkova

IRRUPCIÓN

Desayuno con la mirada al este

Por detrás del rocío, en las tejas
asoma el humo
de una chimenea

Se escucha, lejana
una poda y el roble
de ayer a hoy
pasó del verde
a los dorados

Mis gatitos reclaman
–su plato de comida no rebosa–
y mientras tanto
leo sobre la guerra
–la nueva, la de hoy–

Ante fotos
de casas destruidas
cuerpos deshechos
filas de niños y mujeres
buscando dónde

irrumpe la sorpresa
de un alivio:
de esta guerra
mi madre no sabrá.


Porque las nubes hablan, Vinciguerra, Colección Metáfora, 2024



Annie Stein
(Buenos Aires, Argentina, 1951)
Reside en Buenos Aires y La Cumbre, Córdoba
de Porque las nubes hablan, Vinciguerra, Colección Metáfora, 2024
Contratapa de Santiago Kovadloff
para leer + en EMMA GUNST


18 de abril de 2024

Ahed Tamimi, No se escucha el silencio


Fotografía de Elena Vojvodina

NO SE ESCUCHA EL SILENCIO

No hay forma de imaginar el
Silencio1
Aquí
Porque detrás del ruido de un rifle
Está el llanto de una niña
—Que no sabe por qué llora: pero ese
Es el único lenguaje que conoce—
Y bajo el llanto
Hay un dialecto2 prohibido
Cuyas palabras no tienen equivalente
Al canto; pero mar es igual3 a furia
Y más allá
En su fondo
Se escucha como una transparencia4
El eco de los pasos de una madre que
Atiende veloz la herida del pequeño Amhed
Que tiene una vena en el cuello
Que produce el mismo sonido que la llave5 rota
Del baño
Pero va debilitándose conforme pasan las seis quince:
Hora6
En que el padre reza (eso se escucha también)
A un dios que abandonó la religión por las finanzas7
Y ahí, justo, ahí, en esa capa
Inferior
A todos los sonidos de la guerra
Estoy yo —tratando de imaginar el silencio—
Y debajo de mí los escombros
De lo que ayer fue mi casa.
 
لا توجد طريقة لتخيل

الصمت
هنا
لأنه وراء ضجيج البندقية
هناك صرخة فتاة
– لا يعلم لماذا يبكي: لكن هذا
إنها اللغة الوحيدة التي يعرفها.
وتحت البكاء
هناك لهجة محرمة
الذي ليس لكلماته ما يعادله
إلى الأغنية؛ لكن البحر يساوي الغضب
وما بعدها
في خلفيتها
يبدو وكأنه الشفافية

صدى خطوات الأم
عالج جرح أحمد الصغير بسرعة
الذي لديه الوريد في رقبته
الذي يصدر نفس صوت المفتاح المكسور.
من الحمام
لكنه يضعف عند مرور ستة وخمسة عشر:
ساعة
الذي يصلي فيه الأب (يمكن سماعه أيضًا)
إلى إله ترك الدين من أجل المال
وهناك، هناك، في تلك الطبقة
أدنى
إلى كل أصوات الحرب
ها أنا أحاول أن أتخيل الصمت
وتحتي الركام
مما كان بيتي أمس.
عهد التميمي


1 No hay forma de diferenciar las capitales de las minúsculas en el escrito original.
2 Esta palabra es también un sinónimo de su propia lengua, la que antes dijimos: “dialecto”, por esa misma razón. Ésa que hoy está prácticamente extinta.
3 Ésta es una curiosidad real: “mar” y “furia” se escriben y pronuncian exactamente igual.
4 También puede traducirse como “Un movimiento transparente”.
5 No he podido distinguir si esta palabra hace referencia a una llave que abre el candado de un baño o el grifo del agua. En ciertos campos de prisioneros, el uso del baño es un privilegio restringido con candado y solamente pueden acceder a él quienes tengan ciertos méritos.
6 Hay un creencia poco conocida, arraigada en el pasado entre los musulmanes que habitaron la ribera del Jordán, que asegura que los muertos rezan el Asr (oración del Corán previa al ocaso) quince minutos después de que los vivos hayan comenzado, esto con el fin de hacer eco de ello para obtener la atención de Alá.
7 En el texto original se pueden leer dos versos iguales: uno dice “finanzas”, como he sugerido en la traducción; el otro dice: “conteo de monedas”.



Ahed Tamimi
(Nabi Salih,  Cisjordania, Palestina, 2001)
ESCRITORA/ACTIVISTA POR LOS DERECHOS PALESTINOS Y ÁRABES
Notas y versión de Julio César Toledo
para leer una entrevista en MARKAZ REVIEW
para leer + en REVISTA SUDESTADA


12 de abril de 2024

María del Carmen Marengo, 3 poemas 3


Ilustración de Amanda Sandlin

Sin embargo
sabías hacia dónde ibas.
Convertido en pájaro,
buscabas una rama
donde asir tus nervaduras
y ser, otra vez,
hoja, ave, paloma 
que nunca habías sido,
sobre la corteza suave
o áspera
de la intemperie acogedora
que calmara tu ser de tempestades
desvalidas,
tu mirar de hojas rotas, 
de alas sorprendidas.

de La vida numerosa, Río Cuarto, Editorial Cartografías, 2014


Ilustración de Amanda Sandlin

LA ERA DE LA SOLEDAD

Y te das cuenta
de que está llegando
la Era de la Soledad.

Porque el amigo hace tiempo
decidió dejar de serlo.

Porque los ancianos morirán.

Porque tu hermano murió 
antes de que nacieras.

Porque el Amor se fue.

Porque el hijo se irá 
hacia su propia vida.

Los hijos 
dejan atrás a los padres
como mojones del pasado.

Por todo eso sabes 
que debes enfrentar
la Era de la Soledad.

Vamos. Adelante.
Levanta tu equipaje 
de seres idos y ausentes
y apresúrate a entrar
en la Era 
de la Soledad.

No dejes que te tome por sorpresa.

Aprende a construir
tu propio desierto.

de Adentro de la tormenta (Inédito)



Ilustración de Amanda Sandlin

Encontrar 
en el mundo
un camino,
como un hilo de barrilete
que nos ate a la tierra.

de El libro de los jardines y los abismos, Córdoba, Editorial Recovecos, 2007



María del Carmen Marengo
(Balnearia, Córdoba, Argentina, 1968)
POETA/NARRADORA/PROFESORA DE LETRAS/
LICENCIADA EN LETRAS MODERNAS
para leer + en REVISTA EL DESAGUADERO
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